ROL DEL ANALISTA DE SISTEMA
PRINCIPIOS DEONTOLOGICOS DEL ANALISTA.
El Código contiene ocho Principios clave, relacionados con el comportamiento y las decisiones tomadas por los ingenieros del software profesionales, tanto si son profesionales en ejercicio, educadores, gestores, directivos y responsables, como si se trata de educandos y estudiantes. Los Principios identifican las diferentes relaciones en las que los individuos, grupos y organizaciones participan, y las principales obligaciones de tales relaciones. Las Cláusulas de cada Principio son la imagen de los diferentes niveles de obligación incluidos en esas relaciones. Estas obligaciones se fundamentan en las características humanas del ingeniero del software, en el especial cuidado al que está obligado con las personas que se ven afectadas por su trabajo y en los elementos peculiares de la práctica de la ingeniería del software. El Código prescribe estas exigencias como obligaciones de cualquiera que se identifique como ingeniero del software o que aspire a serlo.
Citando el código ético se tendría que:
1. Los Analistas actuarán en armonía con el interés público.
Este principio, referente a la calidad de vida de todas las personas, declara una obligación para proteger los derechos humanos fundamentales y respetar la diversidad de todas las culturas. Un objetivo esencial de los profesionales de la informática es minimizar las consecuencias negativas de los sistemas informáticos, incluyendo las amenazas a la salud y a la seguridad. Cuando se diseñen o instalen sistemas, los profesionales de la informática deben intentar garantizar que los productos de sus esfuerzos se utilizarán de modos socialmente responsables, recogerán las necesidades sociales y evitarán efectos perjudiciales a la salud y al bienestar.
2. Los Analistas desarrollarán sus actividades de la mejor forma que les permita conseguir que los intereses de sus Clientes, Empresas y Organizaciones que les emplean, estén en armonía con el interés público.
La excelencia es quizá la obligación más importante de un profesional. El profesional de la informática debe esforzarse para conseguir calidad y ser consciente de las graves consecuencias negativas que pueden resultar de la pobre calidad de un sistema.
3. Los Analistas garantizarán que sus análisis y las modificaciones que precisen los llevan a cabo utilizando los estándares de su profesión con la mayor amplitud.
La honestidad es un componente esencial de la confianza. Sin confianza una organización no puede funcionar con efectividad. El informático honesto no hará falsas o engañosas declaraciones acerca de un sistema o diseño de sistema, sino que, por el contrario, proporcionará una completa exposición de todas las limitaciones y problemas pertinentes del sistema.
Un profesional informático tiene la obligación de ser honesto acerca de sus propias cualificaciones, y acerca de cualquier otra circunstancia que pueda generar conflictos de interés.
El trabajo profesional de calidad, especialmente en informática, depende de la crítica y revisión profesional. Siempre que sea adecuado, se debe buscar y utilizar revisiones detalladas, así como proporcionar revisiones críticas del trabajo de otros.
4. Los Analistas mantendrán su integridad e independencia en sus juicios y dictámenes profesionales.
Los valores de igualdad, tolerancia, respeto a los demás y los principios justicia equitativa gobiernan este mandato. La discriminación basada en la raza, sexo, religión, edad, discapacidad, nacionalidad, u otros factores es una violación expresa de la política de la ACM y no se tolerará.
Las desigualdades entre diferentes grupos de personas pueden ser resultado del buen o mal uso de la información y de la tecnología. En una sociedad justa, todos los individuos tienen igual derecho a participar o beneficiarse del uso de los recursos informáticos sin distinción de raza, sexo, religión, edad, discapacidad, nacionalidad u otros factores similares. Sin embargo, estos ideales no justifican el uso no autorizado de recursos informáticos ni proporcionan una base adecuada para trasgredir cualquier otro mandato ético de este código.
5. Los Analistas que además desempeñan actividades como gestores ó líderes, promoverán y garantizarán que en la gestión del desarrollo y mantenimiento del software que lideran se siguen criterios éticos.
Los profesionales de la informática deben esforzarse en ser perceptivos, meticulosos y objetivos cuando evalúen, recomienden y presenten descripciones de sistemas y sus alternativas. Los informáticos están en una posición de especial relevancia, y tienen, por tanto, la responsabilidad especial de proporcionar evaluaciones objetivas y creíbles a los superiores, clientes, usuarios y público en general. Cuando se hagan evaluaciones se deben identificar los posibles conflictos de interés.
La dirección de la organización es responsable de garantizar que los sistemas informáticos mejoran, no degradan, la calidad de la vida laboral. Cuando se instale un sistema informático, las organizaciones deben considerar el desarrollo personal y profesional, la seguridad física y la dignidad humana de todos los trabajadores. En el diseño del sistema y del lugar de trabajo deben tenerse en cuenta los estándares apropiados de ergonomía persona-ordenador.
Las oportunidades educativas son esenciales para facilitar la óptima participación de todos los miembros de la organización. Las oportunidades deben estar abiertas a todos los miembros para ayudarles a mejorar su conocimiento y capacidades en informática, incluyendo cursos que los familiaricen con las consecuencias y limitaciones de sistemas concretos. En particular, los profesionales deben ser conscientes de los peligros de la construir sistemas mediante modelos demasiado simplificados, la incertidumbre de anticipar y de diseñar para cada condición de operación posible, y otros temas relacionados con la complejidad de esta profesión.
6. Los Analistas mantendrán en todas sus actuaciones profesionales la integridad y reputación de la profesión, cumpliendo las normas de los acuerdos internacionales y leyes informáticas que afectan al ejercicio de su profesión y garantizan el interés público.
Respetar las obligaciones contraídas es una cuestión de integridad y honestidad. Para el informático esto incluye garantizar que los elementos del sistema funcionan tal como se esperaba. También cuando se trabaja como subcontrata se está obligado a informar al contratante sobre el estado del trabajo.
Un profesional de la informática tiene la responsabilidad de solicitar un cambio en cualquier asignación que prevea no poder terminar tal como se había definido. Sólo debe aceptarse una tarea después de una cuidadosa consideración y un completo examen de los riesgos y peligros para el contratante o cliente. El primer principio subyacente en este caso es la obligación de aceptar una responsabilidad personal por un trabajo profesional. En algunas ocasiones otros principios éticos pueden tener mayor prioridad.
Puede no aceptarse un juicio de valor sobre si una tarea concreta no debe realizarse. Después de haber identificado las razones para tal opinión, pero sin poder efectuar cambios en la tarea asignada, uno puede estar obligado por contrato o por ley a continuar el trabajo como se había indicado. El criterio ético del profesional es la guía final para decidir si continuar o no. Cualquiera que sea la decisión uno debe aceptar la responsabilidad de las consecuencias. Sin embargo, realizar tareas "en contra de la opinión personal" no excusa al profesional de la responsabilidad de cualquier efecto negativo.
La adhesión de los profesionales a un código de ética es principalmente una cuestión voluntaria.
El futuro de la profesión informática depende de la excelencia técnica y ética.
8. Durante el desarrollo de su vida profesional, los Analistas se preocuparán por mantener actualizados sus conocimientos y prácticas profesionales y promoverán la actuación ética en la práctica de la profesión.
La excelencia depende de los individuos que asumen la responsabilidad de conseguir y mantener su competencia profesional. Un/a profesional debe participar en la definición de los estándares para los diferentes niveles de capacitación, y debe esforzarse para alcanzarlos. La actualización del conocimiento técnico y la aptitud profesional se pueden conseguir de diferentes maneras: mediante estudio individual, asistiendo a seminarios, conferencias o cursos, e involucrándose en organizaciones profesionales
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